sábado, 16 de mayo de 2015

Contaminacion Ambiental

 Contaminación Ambiental en Argentina en el siglo XXI 


La Argentina padece de una serie de problemas ambientales de variada naturaleza, asociados a diversas actividades humanas, que ponen en peligro el desarrollo sustentable del país. Por otra parte también se presentan problemas típicos de las áreas urbanas tales como la creciente producción y acumulación del volumen de desechos urbanos e industriales; la generación de residuos peligrosos; la contaminación del aire por efectos de los gases tóxicos y la congestión vehicular; la saturación sonora por concentración de ruidos en zonas muy transitadas. A ellos se suma la degradación y/o destrucción de los ecosistemas costeros y marinos, por ejemplo, que se extienden en las orillas del Rio de la Plata, las costas bonaerenses y el litoral patagónico.
La contaminación ambiental en la Argentina es mayor de lo que se podría esperar de un país con un nivel de desarrollo mediano a alto. Estos problemas son consecuencia principalmente del aumento gradual de la población urbana y del desarrollo industrial. Los tipos de contaminación más importantes son los que afectan a los recursos naturales básicos: el aire, los suelos y el agua.

"El resultado de nuestras acciones desde La Quiaca hasta el fin del mundo"

La contaminación del suelo bonaerense: Uno de los principales focos de contaminación es el polo petroquímico situado en Ensenada, cuyos gases provocan alergias e irritación en los ojos. Similares problemas causan los escapes del Polo Petroquímico Bahía Blanca. El Río de la Plata, el Luján y el Matanza, que atraviesan partidos donde viven millones de personas, sufren un alto nivel de contaminación, debido a los efluentes cloacales, desechos líquidos, gaseosos y sólidos vertidos clandestinamente por las grandes industrias. Además, pesticidas y fertilizantes lograron afectar napas y cursos de agua de distritos de la Cuenca del Salado.
Un lago cordobés lleno de toxinas: Las descargas cloacales de once municipios; incluida la capital en el lago San Roque, lo sitúan tercero en el ranking de contaminación del país. Por exceso de materia orgánica abunda un tipo de algas que contienen toxinas, que atacan el hígado y el sistema nervioso, y no se eliminan con los sistemas habituales de potabilización. También, un problema similar en Embalse Río Tercero, es producto de la contaminación térmica producto de la refrigeración de la central nuclear.
Un río tucumano totalmente sofocado: Al Salí, principal río de la provincia, van a parar cada año 150.000 toneladas de basura de los centros urbanos, 66.000 de residuos cloacales, 400.000 de desechos industriales, y los minerales que vuelca la planta de procesamiento de la minera Bajo La Alumbrera. En 2002 se lanzó el Plan de Producción Limpia, que busca corregir los procesos productivos para eliminar o reducir al máximo los residuos.
Autos y camiones ahogan a la Capital: Según Enrique San Román, investigador del Conicet, en Capital y el conurbano el aire está contaminado por las emisiones de autos y camiones.

Contaminación del Riachuelo: Este es otro problema que persiste ya que es uno de los ríos más contaminados del mundo. Pertenece a la Cuenca Matanza Riachuelo y tiene consecuencias directas sobre la salud y la calidad de vida de los habitantes de la zona. Años de imprudencia, abandono y desidia han convertido al río y a su zona de influencia en un ícono nacional de la contaminación e injusticia ambiental. Además, actualmente se estiman más de 20.000 industrias y de servicios establecidas en el territorio de la Cuenca son su principal causa de contaminación tras el arrojo de diferentes desechos.




Catamarca: efectos de una mina de oro. Hay serias denuncias contra la mina de oro de Bajo La Alumbrera, por posibles filtraciones de ácidos hacia ríos y arroyos de Amanao y Vis, que provocan graves daños en la fauna y la flora. Se sospecha que también afectan napas subterráneas.
Corrientes: químicos y residuos cloacales. En algunas ciudades, los residuos cloacales desaguan en lagunas o canales, porque la concesionaria de la red aún no construyó plantas de tratamiento. Los ríos también reciben el agua de las arroceras fumigadas con productos químicos.
El río del Chaco que terminó desapareciendo: El río Negro, que cruza Resistencia (300.000 habitantes), es desde hace mucho un cauce sin peces, pero lleno de desechos de fábricas de tanino, curtiembres y mataderos, e invadido por camalotes. En una zona con nueve meses de calor no hay pesca, balnearios ni navegación.
Chubut: ríos, arroyos y lagos, jaqueados. Aunque la situación no es grave, preocupa el estado del Río Chubut, el más importante de la provincia, por líquidos cloacales mal tratados y residuos industriales, sobre todo de las pesqueras. La misma causa afecta al arroyo Esperanza y al lago Rosario.
Basurero entrerriano: A 10 minutos del centro de la ciudad de Paraná está su basurero, de 10 hectáreas a cielo abierto. Son frecuentes la autocombustión y el humo de los residuos orgánicos. Los gases que emanan del lugar, sobre todo metano, agudizan los padecimientos de las personas con trastornos en el sistema respiratorio.
La Rioja: Los vecinos de Nonogasta hicieron juicio a la curtiembre Yoma: entre sus 7.000 habitantes ya hubo 4 jóvenes con leucemia en los últimos tres Abundan las afecciones respiratorias y de la piel. Los desechos líquidos rebasan las lagunas de tratamiento y corren por las calles. Se teme que el cromo haya alcanzado las napas.
Mendoza: El humo de vehículos y fábricas forma una capa de smog sobre la ciudad de Mendoza, que se estaciona sin moverse. Esto agrava las enfermedades de las vías respiratorias, en especial el asma bronquial, cuyo índice de mortalidad es bastante alto.
Fumigaciones en campos formoseños: La Justicia aún no resolvió la demanda de los campesinos de Colonia Loma Senés, que sufren vómitosdiarreas y otros males, y pierden cultivos y animales por las fumigaciones en los campos de soja de un grupo de empresas.

Jujuy: En la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003, no hay centros de disposición de residuos, y la basura va a parar a cursos de agua o permanece a cielo abierto. En la capital, 120 toneladas diarias son arrojadas en celdas de emergencia, en una finca a 20 kilómetros, donde también lo hacen otros municipios.
Tierras desérticas de La Pampa: El problema ambiental más grave que sufre La Pampa fue que dejó de correr agua por el cauce del Río Atuel, tras la construcción del dique El Nihuil, en 1948 en Mendoza. Con tantas tierras desérticas, casi no quedan ovejas, jaguares o carpinchos.
Misiones: tóxicos sobre el Paraná: A pesar de las sanciones y las denuncias ante la Justicia, las autoridades aún no lograron impedir que Pastas Celulósicas Piray SA arroje residuos tóxicos sin tratar al río Paraná, donde forman una maloliente espuma. De esas aguas se abastecen muchos pueblos y ciudades.
Amenaza neuquina: La contaminación por el yacimiento hidrocarburífero Loma de la Lata afecta a los mapuches. Repsol-YPF admitió el problema y discute cómo remediarlo.
El cianuro en Río Negro: En 1999 se dejó de bombear el agua que se acumulaba en las galerías de Mina Angela, cuya explotación cesó en 1992, y la mina quedó sumergida. Pese a la remediación, el cianuro y otros residuos tóxicos estarían en aguas de Río Negro y Chubut. Se teme que afecte a los 7.000 vecinos de Ingeniero Jacobacci.
Dique salteño contaminado: Si bien no contiene metales pesados, el dique Cabra Corral es la gran preocupación de los habitantes de la ciudad de Salta, por las toneladas de basura que los municipios vecinos arrojan en los ríos, y que en verano son arrastradas hacia el embalse.

Napas contaminadas y polvillo en San Juan: El basurero de la ciudad de San Juan, a 40 kilómetros, está saturado y jamás fue tratado para evitar que la napa se contamine. Las cuatro comunas vecinas tira arrojan basura a campo abierto. La capital sufre además el polvillo lanzado por los hornos de Electrometalúrgica Andina, que causa problemas respiratorios.
San Luis: agua contaminada. Los problemas se concentran en la capital. El río Seco que atraviesa el sector norte y culmina en napas profundas; recibe los líquidos no depurados de dos parques industriales. El dique Cruz de Piedra ya no puede abastecer de agua a la ciudad, debido a la proliferación de algas.
Santiago del Estero: tóxicos en un lago. El lago del dique frontal de las Termas de Río Hondo sufre un altísimo grado de contaminación, que provoca gran mortandad de peces. Se debe a los residuos tóxicos vertidos a los ríos que lo alimentan, en especial el Dulce, que recibe los desechos de los ingenios azucareros tucumanos.
Derrames de crudo en Santa Cruz: Varias veces los derrames de petróleo comprometieron aguas, suelo y fauna. La actividad carbonífera de Río Turbio afectó algunos ríos y arroyos. En el mar, las aguas del golfo San Jorge sufren el exceso de buques pesqueros extranjeros.
Santa Fe: problemas con los barcos: El aumento del tránsito fluvial por el Paraná impacta en el Gran Rosario, principal puerto granelero del país. Antes de cargar, los buques desagotan el agua que les sirvió de lastre, y con ella va gran cantidad de peces muertos. Aunque menos que antes, al río también se vierten muchos desechos industriales.
En tierra fueguina: La Secretaría de Medio Ambiente no detectó hasta ahora ningún tipo de contaminación ambiental. Hay inspecciones periódicas en el sector fabril de Río Grande.



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